¡Llámanos!

La industria de la construcción experimentará cambios y tendencias a lo largo de 2020. Algunos de ellos serán:

Realidad virtual y aumentada. Esto permitirá a los usuarios experimentar la logística para obtener un indicador más preciso del proyecto. Ayudará a proporcionar una visualización digital del mundo real con datos adicionales para aumentar la experiencia y permitirá una vista de 360 grados.

La robótica. El uso de drones se está volviendo cada vez más popular entre las empresas, los cuales se utilizan para inspeccionar el lugar de trabajo y garantizar que los trabajadores se mantengan alejados de situaciones peligrosas.

El software para la gestión de proyectos. Aunque el sector ha sido lento en la adaptación de la tecnología, los sistemas serán cada vez más avanzados y fáciles de integrar en el sitio de trabajo.

Módulos y prefabricación. Las firmas modulares están haciendo un gran negocio, debido a la velocidad significativamente acelerada a la que pueden realizar edificios residenciales y comerciales.

La tecnología ecológica. La construcción "verde" se refiere a la edificación de proyectos de una manera ambientalmente responsable y eficiente en el uso de los recursos.

Equipo de seguridad. Los estándares y el uso de mejores productos de equipos de seguridad seguirán subiendo, para evitar accidentes y muertes.

A pesar de que el mercado inmobiliario de naves industriales en Ciudad Juárez presentó una desaceleración durante el tercer trimestre del año, vio la entrega de seis proyectos para cinco edificios nuevos y una expansión, de acuerdo con el último reporte de la consultora de bienes raíces CBRE.

El documento reveló que mientras los dos trimestres anteriores registraron niveles récord de absorción neta, en el tercero desaceleró, pero cerró con cifras positivas, a la par que fueron 212 mil pies cuadrados más de lo que se alcanzó en el mismo lapso del 2018.

Durante este año la absorción neta fue la más alta vista desde que CBRE comenzó a rastrear el mercado: 10 mil pies cuadrados por encima del récord anterior de 2.9 millones de pies cuadrados establecido en 2015.

Por otra parte, se dio a conocer que las tasas de vacantes en todo el mercado y Clase A aumentaron trimestralmente debido en parte a la entrega de espacio especulativo disponible.

Sin embargo, las tasas se mantuvieron en mínimos históricos. CBRE informó que en comparación con el tercer trimestre de 2018, las tasas del mercado cayeron en 210 puntos básicos (pb), la Clase A disminuyó en 160 pb, mientras que los edificios de Clase B se desplomaron 270 pb.

La empresa aseguró que la falta de espacio que ha provocado la desaceleración de la actividad del mercado ha comenzado a ejercer una presión al alza sobre las tasas de demanda de edificios de Clase B.

Según las cifras presentadas, los inmuebles Clase B representan el 60% de todo el espacio disponible en el mercado, el cual experimentó un aumento trimestral de alquiler de 0.13 pesos por pie cuadrado y un aumento anual de 0.10 pesos por pie cuadrado.

La finalización y entrega de tres nuevos espacios de especificaciones vacantes al mercado empujó a los alquileres de la Clase A a 0.19 pesos por pie cuadrado por encima del segundo trimestre de 2019 y 0.43 pesos por pie cuadrado por encima del tercer trimestre de 2018. Esto marcó otro nuevo récord para la renta de inmuebles de Clase A.

Trimestralmente, la demanda de los usuarios aumentó en 950 mil pies cuadrados. De dicho espacio entregado, CBRE reportó que más de la mitad fue alquilada previamente.

Asimismo se informó que al final del tercer trimestre del presente año, 12 proyectos seguían en construcción. Un plan hecho a medida, mientras que dos más de especificaciones se iniciaron durante dicho período.

CBRE comunicó en su informe que la mayoría de la demanda de espacio provino de inquilinos que ya tenían presencia en el mercado de Juárez y deseaban continuar expandiéndose.

Para 2020 el sector inmobiliario en general podría experimentar un escenario positivo, principalmente para el segmento de oficinas y naves industriales, revela José Carlos Alemán, CEO de la plataforma de análisis SiiLA México.

En reunión con medios, para dar a conocer los avances y las perspectivas de la industria, de cara el próximo año, el directivo señaló que este escenario es favorable debido a que los inversionistas han apostado por adquisiciones a largo plazo y el comercio electrónico ha ido cada vez en auge.

Además, mencionó tendencias de cada uno de los activos, como bodegas multinivel en el caso de industrial, y los espacios compartidos o coworking en el caso del mercado de oficinas, que han cambiado la dinámica en varias regiones del país.

Alta disponibilidad en la capital

El directivo de la plataforma inmobiliaria analizó lo que sucede en el mercado de oficinas de la Ciudad de México, donde la tasa de disponibilidad registrada en promedio es de 15% en todo el mercado, mismo que ha presentado una absorción neta negativa de los metros cuadrados de nuevo inventario, durante 2019.

Sin embargo, aclaró que en el caso del CBD (Central Business District) de la ciudad, el cual incluye Reforma, Polanco y Lomas Palmas, las tasas de disponibilidad son mucho menores, y los precios oscilan entre los 28 dólares por m².

José Carlos Alemán mencionó que la Inversión Extranjera Directa (IED) puede influir en la demanda de este tipo de activos, ya que existe la posibilidad de que ciertos inquilinos extranjeros requieran rentar espacios de oficinas en la capital mexicana.

Menor riesgo en sector industrial

Por otro lado, el especialista realizó el mismo ejercicio para el mercado industrial de la Ciudad de México, para el cual la tasa de disponibilidad es de 3%, siendo este un activo mucho más atractivo y menos riesgoso para los inversionistas, aseguró.

El CEO de SiiLA México comentó que el crecimiento progresivo del sector de E-commerce, así como el aumento poblacional, podrían influir positivamente en el comportamiento del mercado industrial.

Durante el periodo enero-abril del año en curso, en actividades industriales el Bajío. La frontera norte presentó su mejor resultado en los últimos tres años y el sur-sureste fue la región con la disminución más pronunciada.

Según analistas, este comportamiento derivó de las políticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el programa de zona libre que detonó a la franja fronteriza, la falta de proyectos a corto plazo en el sur-sureste y la ausencia del Bajío en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en los primeros cuatro meses del 2019, la actividad industrial del Bajío, que se integra por Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro y San Luis Potosí, descendió 2.3% a tasa anual, la primera variación negativa desde igual periodo del 2009 (8.5%), año de la crisis económica y financiera.

Sin embargo, destaca que el territorio queretano fue la excepción, al presentar un crecimiento anual (3.2 por ciento).

La actividad industrial se compone por cuatro sectores: manufactura, construcción, minería y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final.

Para Héctor Magaña Rodríguez, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, la falta de proyectos federales afectó la industria del Bajío.

“La autoridad federal tiene que ver mucho con estos resultados para el Bajío y su pérdida de dinamismo. Por ejemplo, la política de austeridad en los primeros meses del año congeló la industria constructora en el país, no se bajaron recursos para obra pública. También en la actual política de desarrollo económico federal no se contempló el crecimiento de todas las regiones”, explicó.

En ese sentido, el especialista puso como ejemplo el caso de la zona libre, con incentivos fiscales para la frontera norte, que ha provocado que las inversiones se alejen del Bajío y de otras entidades.

“También tenemos el hecho de que a inicios del año se presentó una parálisis en las industrias manufactureras del Bajío, por el desabasto de gasolina no se podían transportar materiales. De igual forma, la toma de vías férreas afectó”, aseguró.

“El sector automotriz también se está debilitando a nivel mundial, ya sea por la apuesta a las nuevas tecnologías y a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Que esta industria se esté debilitando está provocando que la región del Bajío pierda dinamismo”, dijo.

Humberto Banda Ortiz, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, coincidió en que el proyecto de desarrollo económico del gobierno federal está mermando a la región; “no se le otorgan incentivos fiscales ni hay proyectos de infraestructura”.

“Los resultados que se están presentando por parte de la región Bajío deben hacernos reflexionar y pedirle al gobierno federal un nuevo rumbo. Se debe hacerle saber a las autoridades federales que ellos también necesitan programas de incentivos fiscales o, en dado caso, reforzar los ya existentes. De igual forma, urge reactivar el sector de la construcción; si bien el Bajío cuenta con buenas vías de comunicación, necesitan ampliar su red”, sostuvo.

Otro punto que se debe resaltar, acotó Banda Ortiz, es que la autoridad federal debe otorgar un clima de certidumbre para las inversiones nacionales e internacionales.

“Actualmente, las inversiones se encuentran detenidas no solamente por la cancelación de proyectos federales o por un débil crecimiento económico, como el aeropuerto en Texcoco o las Zonas Económicas Especiales, también es por el hecho de que la relación con Estados Unidos no ha sido buena”, indicó.

Es importante mencionar que la conformación de la Alianza Centro-Bajío-Occidente (integrada por Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí) es percibida como un componente positivo que podría detonar la economía regional mediante la creación de una plataforma de atracción de inversiones, en torno al complejo panorama económico que viven ciertas ramas productivas.

¿Beneficiados?

En los primeros cuatro meses del año, el sur-sureste fue la región que mostró la disminución más pronunciada del país en las actividades industriales, con una tasa anual de 3.9%, el peor nivel en cuatro años.

Jorge Antonio Acosta Cázares, catedrático de la Universidad Veracruzana, reiteró que la falta de proyectos federales a corto plazo ha causado este comportamiento.

Afirmó que en el PND el sur-sureste está considerado con dos grandes proyectos regionales: Tren Maya (que abarcará Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo) y Corredor Transístmico (considera Veracruz y Oaxaca); además de la refinería de Dos Bocas.

“Sin embargo, la autoridad federal, así como los gobiernos locales olvidaron los proyectos de reactivación económica de corto plazo. No se buscaron inversiones, no se desarrolló infraestructura, prácticamente se sigue en una parálisis económica histórica”, enunció.

“Lo que más agudiza esta caída es que el clima de incertidumbre nacional. La economía está sufriendo una desaceleración y ante esto el sur-sureste, por ser una región débil, se ve más afectada”, agregó.

Acosta Cázares señaló que otro factor que se debe destacar es que desde la llegada de la nueva administración federal, el sur-sureste tuvo una dinámica diferente para desarrollar obras públicas.

“Hay casos en donde el gobierno federal le dio de manera directa los recursos a los ciudadanos para desarrollar caminos y esto provocó que las empresas privadas no pudieran participar en la construcción de obra pública. Aquí esto se debe revisar porque no se generó empleo y tampoco se está garantizando que la obra se haga. Esta industria se vio doblemente afectada”, añadió.